La Navidad no siempre ha sido sinónimo de felicidad para muchos exhabitantes y habitantes de calle. Para Alexander Córdoba durante casi tres décadas, el consumo de drogas marcó su vida y lo llevó a la calle, hoy con un proceso de recuperación su relato es distinto.
“Yo inicié a los diecisiete años, por el consumo de cocaína. No aceptaba lo que era la parte de la ayuda profesional, porque yo decía que esto tenía que ser, de pronto, un caso de fuerza mayor para poder para poder salir de esto”, cuenta.
Historias de cambio
Para Alexander y muchos más este fin de año será distinto en Bogotá con el “Almuerzo Navideño” para habitantes y exhabitantes de calle. Esta celebración no es solo una comida, sino la muestra de cómo las decisiones personales pueden transformar una historia.
“Realmente, me di cuenta que tantos problemas que tuve, hubieron problemas familiares, problemas sociales, no encontraba trabajo. Me encontraba con una imagen muy muy fea. Yo mismo me doy cuenta de ver una una imagen por las fotos que tuve hace mucho tiempo, y el cambio que hay ahora es totalmente diferente”, explicó.
Giselle Liliana Taurrea también habla desde el cambio. Hace cinco meses decidió ingresar a una fundación y dejar atrás el consumo. Hoy estudia, aprende costura y sueña con abrir su propio negocio de belleza.
“Yo era bazuquera y hoy quiero decirles a las que siguen en la calle que luchen por sus sueños”, afirma.
En los talleres del Distrito, encontró no solo formación, sino un espacio para reconstruirse y pensar en el futuro.
Para Roberto Carlos Rincón, el arte se convirtió en una herramienta de sanación. Murales, bordados y trabajos con alambre le han permitido avanzar durante su proceso de deshabituación de la calle, dando un giro en estas navidades.
“Soledad, consumo, chorros, llore en una esquina, en un andén, en el patio uno estaba. Hoy en día, pues, la navidad la tomó como una fortaleza más, porque son debilidades que tiene uno en durante un proceso, pero lo utiliza uno como fortaleza para poder continuar y no decaer”, explicó.
Participó en iniciativas culturales como la Bienal de Bogotá y en murales colectivos que, según dice, buscan mostrar “la otra cara” de quienes han vivido en la calle.
Generosidad con la población
Detrás de estas historias está la estrategia de la Secretaría de Integración Social. Verónica Castro, subdirectora para el Adulto Mayor, explica que estas actividades buscan demostrar que la Navidad también es para quienes han vivido la exclusión.
“Trajimos juegos, trajimos espacios para que se diviertan, trajimos una un un almuerzo delicioso, vamos a darles una lechona en abundancia para que ellos sientan lo rico que es estar aquí. Pero, no solamente el momento de hoy, sino lo que hacemos en el día a día con ellos”, dijo.
Más de 500 personas participaron en la jornada, que incluyó juegos, espacios recreativos y un almuerzo comunitario.
Roberto Angulo, secretario distrital de Integración Social, explicó que esta cena de Navidad va más allá de un gesto simbólico y hace parte de la apuesta del Distrito por la inclusión social y productiva.
Población habitante de calle
“Y es que de esto se trata en gran parte nuestro proyecto de inclusión social y productiva, de poder compartir de igual a igual con las personas exhabitantes de calle. Es lo que estamos haciendo aquí, celebrando, teniendo una navidad feliz”, expresó.
Según el censo distrital, en Bogotá hay más de 10.400 personas habitantes de calle. Frente a esta realidad, el Distrito trabaja de manera articulada con entidades como Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud, atendiendo a la población