Vivir solo y sin ahorros: mayor riesgo de muerte y cardiopatías, revela investigación

El análisis siguió durante más de una década a adultos mayores y evaluó cómo el respaldo económico y la convivencia se relacionan con la salud.
La convivencia y la situación económica fueron variables analizadas en el estudio. Crédito: Freepik

Una investigación basada en cohortes poblacionales y análisis clínicos identificó una relación entre vivir solo, no contar con ahorros y un mayor riesgo de mortalidad y enfermedades cardiovasculares.

Los resultados corresponden a un estudio realizado por investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia, y a una revisión clínica liderada por especialistas de la Mayo Clinic, que analizaron el impacto del estrés financiero y el estrés psicosocial en la salud cardiovascular.

Vivir solo y ahorros como factores de riesgo

El estudio realizado en Suecia por el equipo del Instituto Karolinska evaluó a hombres y mujeres de 60 años durante más de una década, con seguimiento en registros nacionales de salud. La variable central fue la capacidad de contar con un margen de efectivo ante un imprevisto, junto con la condición de convivencia. Los hallazgos indican que los hombres que viven solos y no tienen ahorros presentan un riesgo mayor tanto de enfermedad cardiovascular como de muerte por cualquier causa frente a quienes conviven y cuentan con respaldo financiero.

La investigación evaluó riesgos de mortalidad y enfermedades cardiovasculares.Crédito: Freepik

En mujeres, la ausencia de ahorros también se asoció con mayor mortalidad, especialmente entre quienes convivían, lo que sugiere efectos diferenciados por sexo y contexto doméstico.

Enfermedad cardiovascular y mortalidad: qué muestran los datos

Durante el seguimiento, se registraron eventos de infarto, angina, accidente cerebrovascular y hospitalizaciones por causas cardiovasculares. En hombres solteros sin margen de efectivo, el riesgo de eventos cardiovasculares incidentes fue significativamente más alto, incluso tras ajustar por factores tradicionales como presión arterial, colesterol, diabetes y tabaquismo.

En ambos sexos, la falta de ahorros se relacionó con mayor mortalidad por todas las causas, según los registros analizados por los investigadores suecos.

Estrés financiero y estrés mental

De acuerdo con una revisión clínica publicada por especialistas de la Mayo Clinic, el estrés financiero y el estrés mental se vinculan con mecanismos fisiológicos que afectan el sistema cardiovascular.

El análisis describe cómo el estrés psicosocial se asocia con disfunción endotelial, inflamación vascular y respuestas neuroendocrinas que incrementan el riesgo de cardiopatía. Estos efectos pueden acumularse con el tiempo, especialmente cuando el estrés es crónico y se combina con aislamiento social.

Convivencia como factor asociado

Vivir solo y no contar con ahorros se incluyó como factor de análisis.Crédito: Freepik

Vivir con una pareja mostró un efecto diferencial. En los hombres, la convivencia se asoció con menor riesgo frente a la combinación de vivir solo y no tener ahorros, según el estudio del Instituto Karolinska. En mujeres, la protección asociada a la convivencia no fue uniforme, lo que refuerza la necesidad de analizar condiciones sociales y económicas de manera separada por sexo.

Implicaciones para salud pública

Los resultados sugieren que la seguridad financiera básica y el apoyo social se relacionan con la salud cardiovascular y la supervivencia. Si bien los estudios no establecen causalidad directa, sí muestran asociaciones consistentes que pueden orientar políticas de prevención y programas de atención para adultos mayores, integrando variables sociales, económicas y psicológicas en la evaluación del riesgo, según coinciden ambas investigaciones.

Puntos clave del estudio

  • La falta de ahorros se asocia con mayor mortalidad.
  • Hombres que viven solos y sin respaldo financiero presentan mayor riesgo de cardiopatías.
  • El estrés financiero y el estrés mental se vinculan con mecanismos cardiovasculares.
  • La convivencia muestra efectos distintos según el sexo.