Mural hecho con 80.000 tapas recicladas transforma el entorno del Bicentenario en Bogotá

Tomó más de 20 días de trabajo directo y dos semanas de preparación.
El mural Bicentenario fue elaborado con más de 80.000 tapas recicladas por 24 habitantes de calle, como símbolo de inclusión y recuperación del espacio público. Crédito: Colprensa

En el costado de la estación Bicentenario de TransMilenio fue inaugurado el mural Bicentenario: Tapas por la Felicidad, una obra construida con más de 80.000 tapas plásticas recicladas y liderada por 24 habitantes de calle que hoy hacen parte de procesos de atención e inclusión en Bogotá.

La intervención artística, coordinada por la Secretaría de Integración Social, la Secretaría de Cultura, la Fundación BAT y el artista ambientalista Eduardo Butrón, busca darle un nuevo significado a un punto que hasta hace pocos meses era reconocido por hechos de inseguridad.

“Esta obra tuvo un trabajo de veinte días, varias jornadas, varios grupos habitantes de calle coordinados por por el maestro Butrón, vale decir que también tuvimos como dos semanas de alistamiento antes de esos veinte días, un ejercicio también en donde se sondeamos en focus group a los habitantes de calle para saber qué querían que quedara en el mural”, explicó Roberto Ángulo, secretario de Integración Social

Recordó que el sector había sido escenario de graves incidentes, como la detonación de una granada el pasado 23 de febrero, y señaló que la obra “no solo decora el espacio, sino que representa el cambio de proyecto de vida de quienes participaron”.

El proceso, que tomó más de 20 días de trabajo directo y dos semanas de preparación, incluyó ejercicios de consulta con los participantes para definir las figuras y los mensajes que querían plasmar.

La dirección artística estuvo a cargo de Eduardo Butrón, conocido por sus creaciones con material reciclado, quien destacó que esta obra demuestra que “el arte es compromiso, inclusión y transformación”.

“Para mí, como artista ambientalista, es importante sentir que el arte es comprometido, que el arte tiene propósito, y haber realizado este mural con más de ochenta mil tapas recicladas nos dice que el arte es precisamente eso, comprometido por las causas ambientales”, explicó.

Entre los participantes estuvo Freddy Alexander Bautista, una de las personas que trabajó en la instalación de las tapas. Aseguró que el proyecto le devolvió motivación y sentido de pertenencia.

Esto es una oportunidad para demostrar que también tenemos talento y que merecemos otra oportunidad. Este reconocimiento nos impulsa a seguir adelante”, afirmó.

Las autoridades destacaron que preservar el mural será responsabilidad de todos y que su valor radica en que es una obra colectiva hecha para recuperar el espacio público y promover la convivencia.