La relación entre los niños y la televisión sigue siendo un tema central en miles de hogares que buscan hábitos saludables. En medio de rutinas aceleradas, la televisión aparece como un recurso cotidiano, pero la salud infantil exige analizar con cuidado el horario, el contenido y el tiempo de exposición. Las familias quieren encontrar un punto de equilibrio que proteja el desarrollo infantil sin demonizar los dispositivos. Por eso, hablar de televisión, salud y horarios es fundamental.
Aunque muchos padres consideran que regular la televisión es sencillo, los especialistas advierten que el horario tiene un impacto directo en la salud infantil. La televisión influye en el sueño, la concentración y el comportamiento, y diferentes estudios han demostrado que el momento del día en que los niños consumen pantallas puede modificar la forma en que su cerebro procesa la información. En este contexto, conocer el horario ideal para los niños y entender cómo afecta la televisión sigue siendo una prioridad.
Horario recomendado para los niños y la televisión
Según un estudio de la Academia Americana de Pediatría (AAP), los niños deberían ver televisión únicamente entre las 4:00 p. m. y las 7:00 p. m. Este horario permite que el contenido infantil no interfiera con el descanso, la producción natural de melatonina ni con las rutinas escolares. La salud infantil se beneficia cuando la televisión queda fuera de las primeras horas del día y, especialmente, de la noche.
Los especialistas explican que evitar la televisión después de las 7:00 p. m. ayuda a mejorar el sueño, reduce la irritabilidad y favorece la concentración. La televisión nocturna, por el contrario, puede provocar que los niños duerman menos y tengan mayor desgaste emocional. La salud y el desarrollo se ven afectados incluso con programas infantiles aparentemente inocentes.
Recomendaciones para un consumo seguro de televisión
Los expertos recomiendan que cada familia establezca límites claros sobre televisión y horarios. La AAP sugiere acompañar a los niños mientras ven televisión para ayudarles a interpretar los contenidos. La salud emocional mejora cuando los adultos explican situaciones, resuelven dudas y promueven conversaciones alrededor de la televisión. Además, se aconseja mantener el televisor fuera de las habitaciones para evitar una exposición silenciosa y constante.
El tiempo de televisión también debe ser regulado. Los estudios sobre salud infantil indican que lo ideal es no superar una hora diaria en niños pequeños y dos horas en mayores de seis años. Un uso moderado favorece el descanso, regula la conducta y previene la dependencia a la pantalla.
Lo que se debe evitar con la televisión
Los psicólogos advierten que nunca se debe usar la televisión como recompensa o castigo, ya que esto puede generar ansiedad en los niños. Tampoco se recomienda que la televisión acompañe las comidas, pues afecta la salud nutricional y dificulta la conexión familiar. La televisión antes de dormir es uno de los hábitos más perjudiciales, debido a la alteración en la calidad del sueño infantil.
La importancia del contenido adecuado
Además del horario ideal, los especialistas coinciden en que la selección del contenido es determinante. La televisión infantil debe ofrecer mensajes positivos, escenas adecuadas y un ritmo narrativo que no genere estimulación excesiva. La salud mental se fortalece cuando los niños consumen programas educativos que aporten herramientas sociales y emocionales.