En el noticiero de La FM Fin de Semana se habló del uso y la promoción de medicamentos para bajar de peso, a partir de la comercialización de inyecciones y píldoras basadas en GLP-1, y el invitado fue el médico internista y endocrinólogo Óscar Rosero, conocido como Endocrino Rosero, quien expuso preocupaciones sobre su utilización.
Preocupación por el uso indiscriminado
Rosero afirmó que le inquieta “el uso indiscriminado de un medicamento que no está exento de eventos adversos”. Señaló que estos productos requieren prescripción médica y que su consumo sin control puede generar riesgos. También expresó inquietud por la forma en que se transmite el mensaje al público.
Publicidad y promoción del medicamento
El endocrinólogo indicó que le preocupa “la estrategia de marketing” empleada para estos productos. Explicó que, aunque no se menciona directamente una enfermedad, la promoción aparece en espacios públicos. Según dijo, “en Colombia está prohibido promocionar medicamentos de fórmula médica”, pero el mensaje se presenta de manera indirecta.
Cómo actúa el GLP-1 en el organismo
Rosero explicó que el GLP-1 es “una hormona que produce nuestro intestino cuando consumimos carbohidratos”. Detalló que regula el apetito en el cerebro, retrasa el vaciamiento gástrico y puede afectar los circuitos de recompensa. Añadió que este mecanismo fue identificado hace más de cuarenta años.
Origen del uso terapéutico
Según el especialista, en la década de los ochenta se observó que personas con diabetes tipo 2 no producían suficiente cantidad de esta hormona. A partir de ello, se evaluó su uso en diabetes y se encontró que ayudaba al control de la glucosa y al peso.
Efectos adversos y riesgos
Rosero advirtió que “no todo el mundo puede tomar esto”. Mencionó reportes de depresión, alteraciones en los circuitos de recompensa, pancreatitis, parálisis gástrica y pérdida de masa muscular. Afirmó que “se pierde más músculo que grasa” y que estos aspectos no siempre se discuten.
Efecto rebote al suspender el tratamiento
El endocrinólogo señaló que estos medicamentos funcionan como un interruptor. “Mientras me aplico el medicamento tengo control”, explicó, pero agregó que al suspenderlo “todo vuelve peor de lo que estaba antes”. Indicó que ese es “el verdadero problema”.
Alimentación y saciedad
Rosero explicó que al consumir comida real se genera saciedad suficiente. Dijo que con el medicamento la persona come porciones más pequeñas y puede dejar de consumir alimentos con proteína, lo que puede afectar la masa muscular.
Balones gástricos y cápsulas
Sobre los balones gástricos, aclaró que son procedimientos realizados por gastroenterólogos y que algunas cápsulas no cuentan con aprobación. Afirmó que “pueden producir obstrucción intestinal” y que no son recomendadas.
Reflexión final del especialista
Rosero concluyó que estos medicamentos no solucionan las causas del sobrepeso. Dijo que no abordan factores como alimentación, actividad física o sueño, y que al suspenderlos “las personas vuelven al principio”, lo que, según explicó, mantiene el problema sin una solución de fondo sostenible para los pacientes a largo plazo, según la experiencia clínica observada en su práctica médica cotidiana diaria constante actual documentada públicamente reciente.