La temporada de fin de año en la capital colombiana no solo se mide en luces y banquetes, sino también en la masiva compra de juguetes. Miles de padres han volcado su interés en centros comerciales, ferias y locales especializados, buscando el regalo ideal para depositar bajo el árbol de Navidad.
Para identificar las tendencias de consumo, La FM visitó la Feria Tradicional del Juguete, ubicada en la calle 19 con NQS. Este epicentro comercial, que ocupa más de 2.000 metros cuadrados bajo carpas, ofrece desde piezas clásicas —como bicicletas de neumáticos y volquetas a escala— hasta las últimas novedades tecnológicas importadas de China.
El furor por el realismo y el K-Pop
En el sector de juguetes para niñas, la tendencia dominante son las muñecas inspiradas en la estética K-Pop y los modelos hiperrealistas. Estas figuras, capaces de simular emociones como la risa o el llanto, se han convertido en el objeto de deseo de la temporada.
“Las niñas de entre tres y siete años interactúan con ellas como si fueran bebés reales o hermanitas. Esto les permite desarrollar su creatividad y expresar emociones”, explica Gloria Jiménez, vendedora del sector. Según la comerciante, estas piezas oscilan entre los $50.000 y los $400.000. El éxito es rotundo: Jiménez asegura haber vendido 41 unidades en una sola jornada.
Por su parte, Emily Casas, otra comerciante de la feria, atribuye el auge de estas figuras al impacto de producciones de plataformas de streaming como Netflix, que han posicionado la estética K-Pop en el mercado global, impulsando incluso líneas oficiales de marcas como Mattel.
Acción y control remoto: los favoritos de los niños
En el segmento masculino, la demanda se ha concentrado en tres productos específicos: los rifles de hidrogel, figuras de Pokémon (impulsadas por sus recientes películas) y los tradicionales carros a control remoto.
“El fin de semana pasado vendí 39 pistolas de hidrogel. Curiosamente, son los padres quienes más se entusiasman al comprar este tipo de juguetes para sus hijos”, relató Giovanny Manzur, vendedor de la feria.
Un año de desafíos económicos
A pesar del colorido y el flujo de visitantes, no todos los comerciantes comparten el mismo optimismo. Pablo Manzano, quien lleva más de 25 años en el gremio, asegura que esta ha sido una de las temporadas más difíciles para el sector tradicional.
Manzano señala dos factores determinantes: la actual situación económica del país y la creciente competencia de las plataformas de comercio electrónico, que han transformado los hábitos de compra de los bogotanos. A pesar de estos retos, la Feria de la 19 resiste como el bastión de la tradición juguetera en el centro de la capital.