Teorías mitológicas y creencias religiosas demuestran la inquietud de la humanidad por el fin del mundo, una preocupación que ha acompañado a todas las civilizaciones desde tiempos remotos. A través de relatos apocalípticos, profecías y visiones simbólicas, distintas culturas han intentado explicar el origen de las catástrofes, advertir sobre el deterioro moral de la sociedad o plantear la necesidad de una renovación espiritual.
Todo esto demuestra el temor de la humanidad a lo desconocido y el deseo de encontrar sentido en los ciclos de destrucción y renacimiento que han marcado la historia humana.
Por eso, el campo científico también se ha preocupado por encontrar explicaciones racionales a los fenómenos que podrían amenazar la continuidad de la vida en la Tierra. Un intento reciente fue ejecutado por un equipo de astrofísicos de la NASA, en colaboración con investigadores del University College London (UCL) y la Universidad de Warwick, que realizaron un complejo cálculo para determinar cuándo se acabará la vida como la conocemos.
Esta es la fecha en la que dejará de existir la Tierra, según supercomputadora
A partir de más de 400.000 simulaciones, el equipo científico logró proyectar, en una escala extremadamente larga, la relación entre el planeta y el Sol. Los resultados apuntaron a que la Tierra se volvería inhabitable en, aproximadamente, un billón de años.
De acuerdo con el equipo científico, el destino del planeta está ligado con el ciclo de vida del Sol. En ese sentido, el aumento del tamaño de esta estrella con el paso del tiempo modificaría drásticamente las condiciones de la Tierra, haciéndola cada vez menos habitable.
El incremento en la emisión de radiación y los cambios de la órbita terrestre y en la composición de la atmósfera podrían alterar drásticamente las condiciones en la superficie del planeta. En el momento en el que el Sol entre en su fase de gigante rojo, su estructura interna cambiará por completo y el sistema solar se verá profundamente afectado.
Una vez el Sol agote sus niveles de hidrógeno, se expandirá hasta alcanzar proporciones colosales que intensificarán la atracción gravitatoria sobre los planetas. En este escenario, la Tierra podría ser completamente arrasada, desintegrada o absorbida por la estrella.
Pero para ese punto, las condiciones ya habrán hecho de la Tierra un planeta completamente invivible debido al aumento de la temperatura y los cambios en la atmósfera. Según la computadora, alrededor del año 1.000.002.021, el planeta dejaría de ser habitable para formas de vida complejas.
Cómo sería la destrucción de la Tierra
Esta destrucción no sería súbita, sino paulatina: comenzaría con el deterioro de los océanos, el equilibrio del oxígeno y, finalmente, la posibilidad de que vuelvan a existir ecosistemas como los que existen actualmente.
Si bien el Sol pueda ser, en última instancia, el responsable de la desaparición de la vida en la Tierra, los científicos coinciden en que las amenazas más inmediatas provienen de la propia actividad humana. El calentamiento global, la contaminación y la destrucción de ecosistemas ya están transformando el futuro cercano del planeta. Desde esta perspectiva, la gran paradoja que plantean los expertos es que la humanidad podría volver inhabitable la Tierra mucho antes de que lo haga el propio Sol.