El mineral que podría ayudar a combatir el hígado graso, según un reciente estudio científico

Este trastorno está estrechamente relacionado con factores como obesidad, resistencia a la insulina, triglicéridos elevados.
El magnesio podría influir en procesos inflamatorios y metabólicos vinculados al desarrollo del hígado graso, según un análisis del NIH. Crédito: Freepik

La enfermedad del hígado graso, conocida como enfermedad hepática grasa no alcohólica, se ha convertido en una de las afecciones hepáticas más comunes en el mundo, según el portal especializado Mayo Clinic. Este trastorno aparece cuando se acumula grasa en el hígado en personas que consumen poco o nada de alcohol y está estrechamente relacionado con factores como obesidad, resistencia a la insulina, triglicéridos elevados y diabetes tipo 2.

En paralelo al aumento global de esta condición, una revisión publicada en la National Library of Medicine – National Institutes of Health (NIH) analizó el papel del magnesio en distintos tipos de enfermedades hepáticas y expuso datos relevantes sobre su posible participación en la prevención y progreso del hígado graso.

Magnesio y enfermedad del hígado graso

Investigadores analizaron un mineral que podría influir en los procesos que llevan al desarrollo del hígado graso.Crédito: Freepik

El estudio del NIH señala que el magnesio participa en numerosos procesos celulares, incluidos metabolismo energético, replicación del ADN y regulación de la inflamación. La revisión científica resalta que niveles bajos de este mineral aparecen con frecuencia en personas con alteraciones hepáticas, lo que podría contribuir al avance del daño en el órgano.

Mayo Clinic explica que la enfermedad del hígado graso puede progresar hacia formas más graves, como la esteatohepatitis por disfunción metabólica, caracterizada por inflamación y daño celular. La revisión científica del NIH indica que un déficit prolongado de magnesio puede favorecer respuestas inflamatorias, estrés oxidativo y disfunción mitocondrial, procesos que están vinculados al deterioro progresivo del hígado.

Magnesio y progresión del daño hepático

Según el estudio publicado en la National Institutes of Health, concentraciones bajas de magnesio pueden activar mecanismos que aumentan la fibrosis hepática, debido a una mayor actividad de células inmunológicas y el incremento de citoquinas inflamatorias.

La revisión también destaca que la deficiencia de este mineral puede alterar el metabolismo de grasas y glucosa, generando mayor acumulación de triglicéridos en el hígado, un paso clave en el desarrollo del hígado graso. Además, se observó que una baja disponibilidad de magnesio afecta rutas metabólicas que limitan la capacidad del hepatocito para manejar lípidos, lo cual favorece la progresión hacia enfermedad hepática avanzada.

¿Puede el magnesio tener un efecto protector?

Investigadores del NIH evaluaron si el magnesio tiene un papel en la progresión del hígado graso.Crédito: Freepik

Los autores del estudio del National Institutes of Health concluyen que la suplementación de magnesio podría ayudar a preservar la función hepática y ralentizar la progresión de algunas enfermedades del hígado. En modelos animales, la administración del mineral redujo marcadores inflamatorios y niveles de enzimas hepáticas relacionados con daño celular.

Aunque los investigadores señalan que aún faltan ensayos clínicos en humanos para determinar dosis, efectividad y mecanismos exactos, sugieren que el magnesio podría convertirse en una vía complementaria dentro del manejo del hígado graso y otros trastornos hepáticos.

Mayo Clinic recuerda que la prevención sigue centrada en una dieta equilibrada, actividad física regular, control del peso y reducción del consumo de bebidas azucaradas y alcohol, medidas que siguen siendo la base del tratamiento.