Ocho de cada diez personas reconoce que come más en Navidad, según estudio hecho en Bogotá

El análisis destacó que más del 45% de los consultados, sube entre uno y cuatro kilos en la época de Fin de Año.
En Colombia, la Navidad está llena de sabores inconfundibles que reúnen a las familias en torno a la mesa. Crédito: Freepik

El mes de diciembre suele estar marcado por reuniones familiares y celebraciones que giran alrededor de la comida. Sin embargo, consumir alimentos en exceso puede perjudicar la salud, además de aumentos exagerados en el peso de las personas.

Un estudio universitario hecho en Bogotá analizó cómo cambian los hábitos alimentarios durante este periodo, caracterizado por el consumo de buñuelos, natilla, postres, fritos y otras preparaciones típicas que hacen parte de las tradiciones.

De acuerdo con el informe hecho por el Programa de Ciencias del Deporte de la Universidad Manuela Beltrán, diciembre se convierte en un entorno donde la abundancia y la emoción influyen directamente en la forma en que las personas comen.

Más del 25% de los encuestados reconoce que come de más en Navidad

Según los resultados, ocho de cada diez participantes aseguran comer más en diciembre. El 56,4% indica que ingiere “un poco más, pero con control”, mientras que un 25% reconoce que come “mucho más de lo normal”.

Solo un 17,9% mantiene su alimentación habitual y apenas un 0,6% afirma comer menos. Para Luis Fernando Parada, experto del Programa de Ciencias del Deporte de esa institución, el 81,4% acepta que incrementa su consumo, lo que demuestra que este mes genera un cambio significativo, aunque no necesariamente representa un descontrol generalizado.

El estudio también reveló variaciones en el peso corporal. Aunque un 55,1% no observa modificaciones, un 39,1% asegura subir entre 1 y 2 kilos. Otro 5,1% aumenta entre 3 y 4 kilos, y un 0,6% supera esta cifra.

En cuanto a los alimentos más consumidos, el 29,5% señala que ingiere todas las opciones disponibles, lo que incluye dulces, fritos, comidas rápidas y alcohol. Las preparaciones típicas registran un 28,2%, los fritos un 26,9%, el alcohol un 8,3% y las comidas rápidas un 7,1%.

Respecto al estado de ánimo, un 33,3% de los consultados siente algún impacto pero continúa disfrutando, mientras que un 26,3% no percibe cambios.

Un 22,4% manifiesta que comer sin remordimiento le genera felicidad y un 17,9% dice sentirse más cansado o culpable. En enero, un 46,2% intenta compensar los excesos con dieta o ejercicio, un 33,3% no realiza ajustes y un 20,5% busca equilibrar su alimentación, aunque sin éxito.

Tras los resultados del análisis, los expertos recomiendan masticar despacio, evitar repetir por impulso e intercalar agua con bebidas alcohólicas. Después de un exceso aconseja caminar entre 20 y 30 minutos, evitar dejar de comer y preferir alimentos suaves como frutas, verduras o caldos.

Asimismo, proponen reducir fritos y dulces por 24 horas, incluir fibra y no acostarse inmediatamente después de comer.