En la localidad de Kennedy, en el sector de Nuevo Techo, la Navidad tomó forma a partir de lo que muchos consideran desechos. Allí, la comunidad se reúne cada semana alrededor de un pesebre construido completamente con materiales reciclados, que se convirtió en un punto de encuentro para vecinos de todas las edades.
La obra es creación de Ariel Aristizábal, artista empírico y residente del sector, quien decidió transformar residuos como papel, cartón, vidrio roto, tubos y piezas mecánicas en un pesebre de gran formato, recolectando por cerca de dos años el material.
“Este pesebre se realiza con material reciclado, con material que los mismos residentes nos recogen del shut, de la basura. Entonces, se ha utilizado ese material para crear este hermoso pesebre (…) ” dijo Aristizábal.
Añadió que "aquí creamos la figura del paisaje de egipcio. Más o menos, aquí seguimos las estructuras del pueblo más recientes, el río, las distintas casas y, por último, llegamos hasta el nacimiento".
Material recolectado
Los materiales, recolectados por los mismos habitantes del barrio, cobran una nueva vida en una estructura que sorprende por su nivel de detalle y creatividad. Más que una representación clásica del nacimiento, el montaje propone un recorrido visual por distintas civilizaciones y paisajes, que culmina en la escena central del pesebre.
“Sí, la idea viene desde hace muchos años pues, con la con la mente, somos de descendencia y siempre nos ha gustado crear este tipo de pesebre”, explicó.
Espacios de la obra
Entre montañas, ríos, casas y estructuras inspiradas incluso en la cultura egipcia, el visitante puede apreciar cómo elementos descartados se convierten en escenarios llenos de simbolismo.
Para Ariel Aristizábal, el objetivo va más allá de lo estético. La iniciativa busca enviar un mensaje claro sobre el cuidado del planeta y la importancia de reducir los residuos que terminan en las calles y rellenos sanitarios.
Canto de las novenas
La propuesta ha tenido una acogida positiva por parte de la comunidad. Cada noche, a partir de las siete, vecinos y familias se congregan frente al pesebre para rezar las novenas, fortaleciendo los lazos comunitarios y recuperando una tradición que une generaciones.
Una vez finalice la temporada navideña y pasen las celebraciones de Reyes, la estructura será desmontada con la intención de reutilizar los materiales.
El plan, según su creador, es ampliarlo el próximo año, hacerlo aún más grande y ambicioso, con la meta de sumar varios metros más y seguir involucrando a la comunidad en su construcción.