En Colombia, los movimientos telúricos son fenómenos que siguen generando cierto miedo a la ciudadanía. Aunque muchas personas buscan capacitaciones para saber cómo actuar en una emergencia, también es importante que las edificaciones estén hechas bajo reglas claras que permitan reducir riesgos para este tipo de casos.
Para la construcción de viviendas y edificios se debe seguir ciertos lineamientos que garanticen que las estructuras estén funcionando correctamente. Estas normas aplican para ingenieros, arquitectos, constructoras y, en general, para todos los que estén involucrados en la obra.
¿Qué exige la norma sismorresistente en el país?
El país cuenta con la Norma Colombiana de Construcción Sismorresistente NSR-10, un reglamento técnico de la Ley 400 de 1997. En esta norma se consagran ciertos criterios para diseñar, evaluar y construir edificaciones con la capacidad necesaria para responder ante un sismo.
La norma tiene diferente tipo de orientaciones, como científicas y técnicas, las cuales buscan que las estructuras sean aptas ante un movimiento telúrico. Para aplicarse, no depende del tamaño del proyecto, puede ser desde una vivienda pequeña hasta una obra grande.
¿Qué pasa cuando una edificación no cumple con la NSR-10?
Cuando una construcción no está sujeta a esta reglamentación, se expone a fallas que pueden aparecer en cualquier momento. En un sismo, estas fallas pueden aumentar el riesgo de daños y afectar a quienes estén en el lugar.
Además, pasar por alto la norma tiene consecuencias legales. Una edificación sin cumplir con tener licencias de ocupación impide que pueda ser entregada o comercializada. Las autoridades también pueden imponer sanciones o, en casos específicos, ordenar la demolición de la obra.
¿Cuáles son los riesgos más comunes cuando no se cumple la norma?
Posibles fallas en la estructura, como grietas o deformaciones.
Multas o requerimientos de las autoridades.
Necesidad de realizar obras adicionales que elevan los costos del proyecto.
¿Qué se debe hacer en caso de un temblor?
Las recomendaciones generales son:
Mantener la calma y evitar correr.
Buscar zonas seguras dentro del lugar, como muros estructurales, columnas o muebles firmes.
Evitar estar cerca de ventanas u objetos altos o elementos que puedan caer.
No usar ascensores.
Si está en la calle, alejarse de edificios, postes y cables.
Ciudades con mayor riesgo sísmico
Colombia es un país donde los sismos hacen parte de la realidad diaria. Esto se debe a que el territorio está por encima de varias fallas geológicas activas y también por el constante movimiento de las placas tectónicas que chocan entre sí bajo el suelo. Por esa razón, hay ciudades que sienten con más frecuencia estos movimientos.
En el Eje Cafetero, por ejemplo, municipios como Armenia y Pereira han vivido terremotos fuertes en un pasado, lo que los convierte en zonas más vulnerables para estos fenómenos naturales. Lo mismo ocurre en el suroccidente del país, donde Cali y Popayán también son catalogadas como ciudades de alto riesgo, tanto por su ubicación como por sus antecedentes de emergencias.
Otra región que llama la atención es el área metropolitana de Bucaramanga, donde se encuentra el llamado Nido Sísmico, un punto geológico único donde se reportan cientos de temblores cada año.