En los últimos días, un creador de contenido en Instagram encendió las alarmas tras publicar un video en el que explica una nueva modalidad de estafa que estaría ocurriendo en varios centros comerciales de Bogotá y otras ciudades.
Según dijo, todo empieza con un daño pequeño, como el de un rayón en el capó, un golpe en el bumper, un retrovisor roto o incluso un vidrio estrellado. Luego, los supuestos responsables dejan un papelito con un número de contacto y un mensaje que parece de alguien que quiere “hacerse cargo”.
La persona llama, pensando que se trata de alguien honesto. Quien contesta asegura que el accidente fue sin querer y que ya habló con la aseguradora para hacerse cargo. Después le dice que le enviará un mensaje con un enlace para “validar la información del seguro” o para “registrar los datos del propietario”. Y ahí es donde ocurre la estafa. La víctima ingresa datos personales o bancarios… y los delincuentes se quedan con todo.
¿Cómo evitar caer en esta modalidad?
El creador de contenido insiste en algo muy simple. Y es que antes de entregar cualquier dato, pida tres cosas básicas a la persona del otro lado de la llamada:
Nombre de la aseguradora.
Número de cédula.
Placa del vehículo supuestamente involucrado.
A partir de esa verificación, pueden pasar dos cosas:
La información no coincide con ninguna aseguradora.
La persona empieza a evadir preguntas, pone excusas o intenta terminar la conversación de forma rápido.
En cualquiera de los dos casos, es una señal clara de estafa. Lo recomendable es no abrir enlaces, no dar datos personales y, si es posible, acercarse a la administración del centro comercial para revisar cámaras o pedir apoyo. También, podría llamar directamente a la propia aseguradora y verificar si alguien reportó un accidente.
¿Qué otra modalidad está afectando a los conductores?
A la par de esta estafa, también se ha vuelto común escuchar sobre la modalidad de la llanta pinchada inducida. Mientras el carro está estacionado, alguien pincha una llanta. El conductor arranca sin darse cuenta y, la idea es que unos metros más adelante, el conductor se detenga para revisar.
Ahí aparece el “ayudante”, que, en realidad, es un delincuente que aprovecha para distraer y otro para abrir una puerta y llevarse bolsos, computadores o cualquier objeto que encuentre. En algunos casos, incluso han intentado arrebatar el celular cuando la persona está agachada revisando la rueda.
Este tipo de robos se ha vuelto común cerca de supermercados, estaciones de gasolina y parqueaderos.
¿Qué recomiendan las autoridades?
La Policía da las recomendaciones de:
Mantener las puertas cerradas y los seguros puestos.
Evitar bajarse del carro en zonas solitarias.
No entregar información ni dinero en la vía.
Mover el vehículo a un lugar seguro antes de revisar cualquier daño.
Llamar a la aseguradora o a la Policía si alguien insiste en que hubo un choque.
Además, las autoridades hacen énfasis en que, si realmente hubo un accidente, los vehículos deben detenerse en el momento. Si alguien aparece tiempo después asegurando que hubo un golpe, lo más probable es que sea una trampa.