La variante sur de Ciénaga ya es una realidad. El presidente Gustavo Petro inauguró este sábado la nueva vía de 6,3 kilómetros, concebida como una medida de adaptación ante la crisis climática que, según advirtió, amenaza con desaparecer la infraestructura construida a lo largo de la costa Caribe.
El jefe de Estado señaló que el ascenso del nivel del mar está afectando seriamente este punto del Magdalena, donde la antigua carretera; levantada hace décadas, “causó un grave daño ambiental al separar la ciénaga del mar y provocar la muerte de manglares en el Parque Isla de Salamanca”. Ahora, afirmó, el problema se invierte: “No es la carretera la que daña al ecosistema, sino el mar el que tumbará la carretera”.
Petro sostuvo que la humanidad enfrenta “el principal problema de su historia”: un cambio global de los ciclos del agua asociado al uso industrial del carbón, el petróleo y el gas. “Entre más emisiones a la atmósfera, más se derriten los polos y se eleva el nivel del mar. Algo que sucede en los extremos polares afecta aquí y en toda costa”, explicó.
Una obra para ganar tiempo
El proyecto, que ha costado más de 400 mil millones de pesos, se estructuró desde 2016 y se ejecuta en dos etapas: la primera concluida en el gobierno anterior y la segunda en desarrollo bajo la actual administración.
“Esta obra es una forma de adaptarse. Nos metemos un poco más adentro de la costa para hacer perdurar la vía por más tiempo al servicio de las familias del Magdalena y el Atlántico”, dijo el mandatario.
Sin embargo, advirtió que aún falta un componente clave: los viaductos sobre la ciénaga, necesarios para permitir el flujo del agua y evitar nuevos impactos ambientales. “No se harán en mi gobierno, hasta ahí llegamos, pero deben quedar muy bien hechos para no repetir el error del pasado”, subrayó.
Pesca, pobreza y salinización, temas urgentes
Petro llamó a que la Universidad del Magdalena entregue estudios profundos sobre los efectos del aumento del nivel del mar para orientar decisiones políticas. “¿Qué pasará con los pescadores? ¿Qué pasará con los niveles de pobreza? ¿Qué pasará con la salinización de ríos y quebradas?”, cuestionó, al advertir que los municipios de esta franja costera figuran entre los de mayor rezago social del país.
En ese sentido, propuso un encuentro en la Casa de Nariño con asociaciones de pescadores y ministros “para estudiar medidas que permitan recuperar la ciénaga y evitar que los niveles de vida sigan cayendo”.
El presidente recordó además otras inversiones adelantadas en la región: mejoras de aeropuertos, el inicio de la desalinizadora de Santa Marta y proyectos similares que podrían garantizar agua potable a los pueblos costeros. “Si el mar nos trae afectaciones, también puede ofrecernos soluciones”, sostuvo.
Finalmente, el Gobierno confía en que la entrega de la variante reduzca los problemas de movilidad y brinde alivio inmediato a residentes y viajeros. Pero el mensaje de fondo fue otro: “Detener la crisis climática implica un cambio del sistema económico mundial. Mientras eso ocurre, debemos adaptarnos, aunque cada día será más costoso”.