Por qué se repiten los patrones emocionales en la adultez y cómo empiezan en la niñez

La psicóloga planteó que todos los individuos cargan alguna forma de herida emocional, independientemente de cómo haya sido su infancia.

El programa Aquí y Ahora con Lewis Acuña de La FM, se habló con la doctora María Alejandra Ruiz, autora del libro El niño que fui, el adulto que elijo ser, la cual abordó el tema sobre la forma en que las personas interpretan sus experiencias de infancia y cómo esas vivencias influyen en su conducta actual. Durante el diálogo, la invitada explicó conceptos relacionados con el niño interior, las heridas emocionales, los patrones repetitivos y la interpretación personal de los eventos.

¿Qué es el niño interior y cómo influyen las heridas emocionales?

La entrevista inició con una reflexión sobre ejercicios visuales en redes sociales, como las imágenes creadas por inteligencia artificial en las que un adulto aparece abrazando a su versión infantil. La doctora Ruiz señaló que ha realizado este ejercicio en varias ocasiones y afirmó que “siempre la sensación es muy diferente”. Según explicó, ese tipo de imágenes hace visible la idea de que, a lo largo de la vida, las personas identifican elementos que tuvieron y otros que faltaron en su historia personal.

En su análisis, la invitada indicó que la sanación del niño interior está relacionada con lo que se guarda de la infancia, la adolescencia y la adultez. Sostuvo que este proceso no es inmediato ni definitivo y dijo que “es un camino que no termina”. Agregó que no todas las heridas desaparecen, aunque sí pueden comprenderse y manejarse.

La psicóloga planteó que todos los individuos cargan alguna forma de herida emocional, independientemente de cómo haya sido su infancia. Explicó que estas marcas no provienen únicamente de los padres, sino también del contexto, el colegio, los amigos y otras figuras cercanas. De acuerdo con su experiencia, cada persona interpreta los eventos de manera distinta; por ejemplo, el orden de nacimiento puede influir en las responsabilidades o en los privilegios entre hermanos.

En relación con los temas que las familias hablan con los niños, la psicóloga señaló que existen asuntos que no corresponden a su etapa de desarrollo.Crédito: Freepik

Al hablar sobre los patrones repetitivos, la doctora Ruiz señaló que una herida de rechazo puede manifestarse en distintos entornos a lo largo de la vida. Comentó que una persona que vivió rechazo en la niñez podría sentirse ansiosa en sus relaciones laborales o sociales, pues interpreta las situaciones desde esa experiencia. Indicó que este tipo de heridas puede acompañar a un individuo “en todas las relaciones, en todos los vínculos y en todos los contextos”.

¿Cómo se forman las heridas y por qué aparecen en momentos de crisis?

Sobre las experiencias que surgen en momentos difíciles, la invitada afirmó que las heridas suelen hacerse más visibles en situaciones como separaciones, duelos o pérdidas laborales. Añadió que estos episodios hacen evidente aquello que estaba presente, pero no se había reconocido. Para explicar ciertos comportamientos, recurrió a la herida de abandono, que puede aparecer en vínculos donde las personas se relacionan con quienes no están emocionalmente disponibles.

En relación con los temas que las familias hablan con los niños, la psicóloga señaló que existen asuntos que no corresponden a su etapa de desarrollo. Expresó que algunos menores presencian o son informados sobre infidelidades o conflictos de pareja, lo que genera lo que describió como “una herida de traición”. Comentó que este tipo de situaciones produce impactos emocionales porque los niños aún no cuentan con la madurez para comprenderlos.

¿Cómo impactan las heridas en la construcción del amor propio?

A lo largo de la conversación, la especialista explicó que el concepto de niño interior se usa con frecuencia porque se considera que las experiencias tempranas influyen en la personalidad. Sin embargo, añadió que también ha observado heridas que surgen en la adolescencia o la preadolescencia, y que podrían constituir un tema para futuros trabajos.

Más adelante, analizó la dificultad que tienen algunas personas para desarrollar amor propio. Aseguró que muchos adultos reproducen la forma en que aprendieron a vincularse en su hogar, especialmente si crecieron en entornos donde el afecto se expresaba con distancia o indiferencia. En sus palabras, “las ideas que ya tienes de ti mismo” y la opinión que una persona se forma de su historia pueden impedir procesos de aceptación.

En los minutos finales, la doctora Ruiz abordó la posibilidad de vivir sin culpas ni resentimientos. Según explicó, esto implica aceptar las acciones del pasado sin permanecer en el castigo constante. Expresó que, ante un error, las opciones son intentar repararlo o aprender de la experiencia, pues permanecer en la culpa, afirmó, “es una pérdida de tiempo”.