En Boyacá persiste el inconformismo de usuarios del transporte intermunicipal por los fuertes incrementos en el valor de los pasajes, que varios sectores consideran desproporcionados y poco explicados por las empresas.
Los cambios en las tarifas han sido especialmente notorios en rutas de alta demanda: viajes que hace dos años costaban alrededor de $30.000 entre Tunja y Bogotá hoy están cerca de $45.000.
Una situación similar se presenta en trayectos internos del departamento. Usuarios de Moniquirá aseguran que el pasaje entre Tunja y ese municipio subió un 37 % en el último año, pasando de $16.000 a $22.000, un aumento que para muchos no se justifica.
El concejal de Moniquirá, John Ramírez, explicó a La FM que estas alzas no parecen corresponder ni a mejoras del servicio ni a un incremento extraordinario en costos operativos. De hecho, compara otras rutas de la región para evidenciar la disparidad:
Tunja – Chiquinquirá: $18.000
Tunja – Sogamoso: $16.000
Según Ramírez, estos valores dejan el trayecto Tunja – Moniquirá como “el pasaje más costoso de la zona, sin una razón clara”.
Las quejas también incluyen el trato a los usuarios. El concejal denunció que, al reclamar por las nuevas tarifas, algunos pasajeros han recibido respuestas agresivas: “Si quieren, no viajen. Subió el mínimo”, habría dicho un despachador, según su relato. Ramírez pidió a las empresas, especialmente a Libertadores, “mayor respeto y cultura con los pasajeros”.
Al inconformismo ciudadano se suman voces en redes sociales, como el hashtag #YoNoMeLeSuboAlBus, promovido por estudiantes universitarios, y denuncias de líderes políticos que piden una revisión urgente de tarifas por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio y del Ministerio de Transporte.
En Boyacá crece la presión para que las empresas expliquen los aumentos, se establezcan criterios uniformes para fijar tarifas y se garantice que los usuarios no asuman costos que no están debidamente justificados.