En pleno corazón de Bogotá, sobre la Carrera 13 con Calle 10, los transeúntes se encuentran con una escena inesperada: una camiseta gigante que pesa 18 kilos que se alza como homenaje a Gabriel García Márquez y se convirtió en un punto de referencia cultural en el centro de la ciudad.
La camiseta más grande de Colombia
La pieza, de 7.5 metros de altura por 6.8 metros de ancho, tomó como base 50 metros de tela, acompañada por varias versiones en menor escala pero igualmente imponentes, es el resultado del trabajo creativo del comerciante y artista Andrés Daza, quien lidera esta propuesta que mezcla arte, literatura e identidad por la ciudad.
“Pensamos en hacer una camiseta para incentivar la compra de las personas que visitan San Victorino. Pero la idea creció y decidimos hacer la camiseta más grande de Colombia. Y además de eso, le colocamos arte a la camiseta. Es una obra basada en 100 años de soledad de Gabriel García Márquez”, dijo.
Creador de la Obra
Andrés Daza explicó que la iniciativa nació como una idea comercial para atraer compradores al sector de San Victorino. Sin embargo, el concepto evolucionó rápidamente hasta convertirse en un proyecto artístico de mayor alcance: crear la camiseta más grande de Colombia, intervenida con ilustraciones inspiradas en la obra de Gabo.
“San Victorino es una oportunidad para todos los emprendedores, para todas las personas que llegan a una oportunidad comercial y además de eso, San Victorino también se está convirtiendo en arte”, dijo.
Para lograrlo, el equipo de trabajo emprendió un proceso de investigación que se extendió por varias semanas. No se limitaron a un solo libro. Por el contrario, exploraron diferentes obras del Nobel colombiano para construir un universo visual amplio.
De ese ejercicio surgió una colección de nueve piezas basadas en títulos como 'Cien años de soledad', 'El amor en los tiempos del cólera' y 'La cándida Eréndira', entre otros referentes que marcaron la literatura latinoamericana.
Proceso de Creación
La fabricación de la camiseta gigante tomó 20 días, aunque el desarrollo total del proyecto se extendió por cerca de dos meses. Daza cuenta que debieron descartar varios intentos debido a que los materiales no resistían las condiciones del espacio exterior.
Más allá del impacto visual, la obra que fue instalada en el Centro Comercial Visto, busca contribuir a la transformación de San Victorino, una zona que suele asociarse con desorden e inseguridad, pero que para el artista, es un territorio de emprendimiento, creatividad y oportunidades.